2 de diciembre de 2005

Sin título

Esto no se trata de quererte mucho o poco, tampoco es cuestión de tener necesidad de tí, es quizás algún problema físico que tengo, yo he pensado que es un defecto congénito, es eso, ya lo sé, es un defecto congénito que instauró en mi organismo el grave defecto de amarte.
Esto es voluntad de Dios, que nos regala mañanas y atardeceres, mares inmensos y rebeldes, y hasta unos pajaritos verdes para que canten a este amor. Amor, amor que yo padezco porque no lo gozo, ni me alegro.
Esta sed y ansiedad de tí, de tu aliento, no tiene nombre ni cuerpo, pero llegó y me abordó por completo, sin darme ni un poco de tiempo. Es así, como al final de esta historia...Yo te amo sin remedio.
Lycette Scott
NOTA: ESTIMADOS LECTORES LES RECOMIENDO LEER EL ÚLTIMO POST DE DEPECO, TIENE QUE VER CON LA CAMPAÑA CONTRA LA VIOLENCIA HACIA LA MUJER.

2 comentarios:

Mila Cabana dijo...

de ese mal padecemos muchos....

Lycette Scott dijo...

jejejeje...bueno realmente fue un poema inspirado en no sé que ...jejeje

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