Aventura laboral

Este post es bastante personal, un desahogo quizás pero es que ante ciertas cosas a veces cuesta mantener la calma, para ninguno de mis lectores de años es un secreto que siempre he tenido algunas diferencias con el Derecho y dudas también, muchas pero muchas veces he sentido que estudié algo que no debía. Pues bien resulta que hace un año y estando recién graduada conseguí un trabajo que me cayó como anillo al dedo, en un área desconocida para mí peor que me fascinó, mezclaba mi trabajo de abogada con muchas otras cosas y me sentía como pez en el agua, pero nada es eterno y hace algún tiempo la magia se terminó y por razones y en situaciones que no vienen al caso no sigo trabajando en ese lugar. Así pues que ahora paso a formar parte de las listas de desempleados del país y la verdad que no es nada fácil, no digamos a nivel económico, sino a nivel personal, quedar sin mucho que hacer después de haberse dedicado de lleno a un trabajo que ocupaba muchas veces más de 12 horas diarias de mi vida y hasta algunos fines de semana a estar en el aire y entonces viene la inevitable pregunta, esa que me hice el día de mi cervezada cuando comencé a estar sobria nuevamente ¿y ahora qué? pues la verdad es que este tiempo de aplicación curricular a diestra y siniestra me ha dejado un mal sabor de boca porque por primera vez he hecho consciente que la cosa no es nada fácil.

En definitiva, aquí sigo dando gracias...antes daba gracias porque tenía un buen trabajo en un lugar en el que son pocos los que tienen algo así y ahora doy gracias porque tampoco tengo mala situación económica a pesar del desempleo... pero también sigo aplicando a ofertas de trabajo y pidiendo con todas mis fuerzas que aparezca algo pronto, porque ya se hace urgente levantar cabeza.