7 de noviembre de 2007

Encuentro de dos cuerpos

Me dispongo a echarte mi piel encima
lento, sin prisa, voy a degustarte,
estas cadenas invisibles me atan a tus sábanas,
mientras tu placer corre transparente
en cada ranura de estas baldozas claras.
Te recorro de pie a cabello,
de una a otra costilla,
me transformo en aire, oxígeno,
que penetra por tus fosas nasales,
da un par de vueltas en tus pulmones
y después con un suspiro exhalas.
Nazco desde la caricia de tu mano generosa,
en un zumbido rozo tus labios,
llego a tu barbilla, y caigo
en la arrugada textura de tu ombligo,
navego de uno a otro costado,
sorteando las mareas de tu llanto.
Pubis bendito, lugar soñado,
en él voy a plantar semillas,
veré nacer la vida y
regaré en cada orgasmo
una a una, las raíces
de este amor que hemos sembrado.
Con voz queda te llamo,
sin recordar tu nombre
que se me escapa en cada acrobacia,
no he dicho nada pero acudes
porque en esta calle solitaria
nadie como yo te ama.
Acostumbro tu vientre a mi descanso,
me recojo en tí sin lágrimas,
asombrada y con espanto.
Te busco en los lugares
en que mi mano acostumbra tu mano,
también en el canto que le presté al canario
para que te llevara mis deseos temprano.
Cierro los ojos para mirarte,
busco el silencio para llamarte,
me separo de tu piel, tus piernas,
tu abrazo y tu pecho, para tocarte,
te beso sin mover mis labios...
si yo tuviera tiempo podría acariciarte.
Miro la luna de este invierno amargo
colarse por la ventana sin autorización,
ella dibuja una sombra de tí en la cama,
pareces estar en paz, en calma,
te haz desnudado como si yo no estuviera,
me lanzaste fuego con tus ojos ciegos,
detrás de mí dibujaste líneas,
hiciste planos con tus yemas en mi espalda,
trazaste - que bueno -
el camino que conduce a tu cuerpo
para que yo pudiera encontrarlo.
Hicimos una batalla de largas horas,
manos, piernas, genitales, labios,
cabellos, vientres, ojos y orejas.
(Después cuando terminó)
Ahora que mis cabellos reposan en tu pecho
busco desenmarañar este enredo de esqueletos
y no encuentro dónde comienzas tú,
ni dónde termino yo...después del sexo.

Lycette Scott

6 comentarios:

El Zord dijo...

Muy bueno, son muchas las metáforas que impresionan y las imágenes que hacen volar la imaginación. Me gustó mucho!

P.D. Tuviste unos problemitas al tipear eso en "diguja" y "puel" ;)

Oswaldo Aiffil dijo...

Wow Dios! Intensidad es la palabra...divino poema!

boris dijo...

hola, encontrarse asi es el cielo
saludos

Lycette Scott dijo...

Zord Jejejeje esa es la idea imaginar y sentir.
PD: Ya lo arreglé, gracias.
Oz Gracias mi corazón.
Boris Es así mi amigo, el praíso

Actual_Boy dijo...

Me hiciste viajar y imaginarme muchas cosas , me encanto
buenos dias des Mexico que estes bien bye !!!

Lycette Scott dijo...

Gracias corazón que bueno que lo disfrutaste.. Besos y bienvenido siempre a este rinconcito

Publicar un comentario

Este es un espacio libre, en el cual puede expresarse a gusto y placer, por favor, conserve el buen vocabulario y el respeto hacia la autora y/o los demás lectores.
¡Muchas gracias!
Bienvenid@