Ingrid Betancourt en libertad

Últimamente había tenido muchas ganas de regresar a bloguear, parece mentira el cariño que uno le toma a estos espacios y qué mejor manera de hacerlo que con la noticia de la liberación de Ingrid Betancourt y otros 14 rehenes más.

Creo que probablemente fui la última en enterarme de la noticia, porque me llegó como a las cuatro de la tarde y mi cara de impresión fue como pocas, la noticia de que los rehenes habían sido rescatadosme dejó sencillamente estupefacta e increíblemente agradada. Como bien saben muchos de mis lectores el presidente colombiano Alvaro Uriba, nunca ha sido santo de mi devoción pero no puede negarse que ha obtenido muchos logros en cuanto a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colimbia, no quisiera yo dedicarme en esta oportunidad a divagar acerca del aniquilamiento de las FARC, auqnue creo que ha quedado muy claro que ciertamente se encuentran debilitadas.

En todo esto, una cosa que no ha dejado de dar vueltas en mi mente es la evidente diferencia de actitudes entre Ingrid Betancourt y el momento en el que fueron liberadas Clara Rojas y Consuelo González, en aquel momento escribí un post en el que comentaba lo sospechoso de la inexpresividad de las recién liberadas mujeres y, hoy luego de ver la reacción de Ingrid Betancourt tengo que decir que estoy más que nunca convencida de que allí hubo gato encerrado.

Finalmente, debo decir que me encuentro asombrada con las muestras de humildad, desprendimiento y aprendizaje que mostró la ex candidata presidencial en la rueda de prensa que diera luego de su liberación.