Un fin de semana corriente

El sábado me fui para Higuerote con unos compañeros de clases, a celebrar que finalmente se acabó el año y que, dentro de todo, tenemos la suerte de que aunque debamos reparar una materia estamos en quinto año, teníamos intenciones de agarrar playita: Chirimena o Chirere, pero llegamos y en la casa había un jacuzzi lo suficientemente cómodo como para pasar los días, así que nos pasamos el fin de semana ahí en total relajación. Cuando vengo por la panamericana, ya de regreso, me agarra tremenda cola y pienso "¿cola un domingo? coño pasó algo" llamo a mi mamá y me echa el cuento de lo que pasó en la Regional del Centro y pienso "verga, que mal, ahora el colón y el gentío, además de que estamos en Venezuela así que capaz que pal' 2021 reparan la vaina". Ya en mi casa mi mamá me cuenta de un militar que estaba hablando por el celular y por distraído, pendejo o como quieran llamarlo se fue por el hueco y me digo de nuevo "¿qué tal? le tocaba morirse, pobrecita su familia". Ya entrada la noche mi mamá me cuenta de una pitonisa que predijo la caida del viaducto en la Caracas-La Guaira este año, vuelvo a pensar "coño que susto, yo que me la paso allá, ay no ojalá que no pase y que si pasa yo no esté por todo eso. Y dígame si estoy allá y me toca quedarme allá, sin mi mamá, sin mis perros y sin poder pasar pa' mi casa, no, no, cancelado".
¿Por qué decirles esto? porque sí, porque me provocó y porque estuve pensando en todas las cosas que pasan en un Fin de semana corriente, mientras uno anda relajadito en su playita tomándose una Smirnoff Ice.