Confieso que...

Quisiera decirte que te clavaste en mí
desde que te ví por primera vez
y que verte de nuevo me inyectó aliento,
una inmensa bocanada de aire puro.
También quiero que sepas
que tu boca es una invitación a besar,
que cuando estoy contigo no soy yo,
porque me descontrolo, pensando
en todo lo que podría llegar a ser.
Quiero que sepas que tu olor suave
acompaña mis pensamientos en horas de tedio
y que imagino tu piel junto a la mía
compartiendo ansias en algún lugar secreto,
constantemente sueño con tenerte
y parece a ratos una posibilidad cierta.
Desfallezco de imaginarte en mis brazos,
hace unos días quise besarte
y mis nervios me lo impidieron,
aunque en mi mente te he besado tanto
que despierto con los labios desgastados.
Aprenderé por tí nuevas maneras de conquista,
me dedicaré a enamorarte, te dejaré conocerme,
para que ames mis virtudes
sin desconocer mis defectos,
incluso borraré tus amores pasados
aunque no me importan porque
no me interesa mirar hacia atrás,
sino inscribirme en tu presente
y si todo resulta, acompañar tu futuro.
Y después de tanta confesión
yo me pregunto, si es que acaso sabes
que no me aguanto las ganas de tener algo contigo.

LYCETTE SCOTT