16 de junio de 2014

Divagando...

Quizás es la culpa, tal vez sólo esté deprimida. Es probable que simplemente sea miedo. De pronto es esa asfixiante sensación de que te traicioné, de que prometí cuidarte siempre y no lo hice, te abandoné. Es esta desazón de no saber si te volveré a ver y si lo hago, cuándo será ¿me reconocerás? Después de todo fui yo quien decidió darles la espalda, quien huyó, quien fue egoísta... quien nos separó... no hay otros culpables en esto. Quizás es amor, añoranza, dese, costumbre. Tal vez se trate de lo que no podré hacer sin tí... pero también podría ser solo una excusa para buscar pretextos porque en el fondo soy yo quien se siente vacía sin tí... desnuda, desprotegida, perdida y asustada. Ahora me toca reinventarme, reaprenderme y reconstruirme en esta ausencia de ti, en este exceso de mi, en este lugar en que no somos nosotros... sin tí... sin mi... sin ella... sin ustedes... sin refuerzos, como los valientes. Como la heroina que aún no aprendo a ser...

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