Sin título, en busca de uno..

Yo no sé si amarte un poco o dejarte para siempre,
es que el corazón no entiende de tu poca comprensión,
él no sabe que te falta compromiso
y te sobra imaginación.
A veces quisiera huir lo más lejos que pudiera,
dejarte la vida entera, con todos sus macundales,
regalarte algo de mi sangre y un suspiro tentador.
Es que quiero dejarte de un lado, apartarte para siempre,
retenerte en mi canción, quiero amarte un instante
regalarte mi pasión, quiero verte en la mañana
pintar rosas en mi cama y regalarme tu aflicción.
De vez en cuando vienes y te acercas simplemente
creyendo que todo todo lo mereces,
es como si te olvidaras que quien te habla no es más tu compañera,
ahora tienes compañía que cambiaste por amor,
decidiste tú entregarte a cambio de comprensión,
pero cuando buscas algo, quizá un poco de pasión,
si quieres sentirte amado o entregar tu corazón,
entonces vienes a buscarme, pero cambié de dirección.
Mientras tú compartes una cama fría y una casa sin hogar,
yo te busco en mi regazo, adornandome en las sábanas
llorándote con mayo que me acompaña tan fiel,
yo te tengo eso lo sé poque de nada puede servirte
que tú estés allá con ella y tu corazón conmigo.
A veces creo olvidarte, borrándote del pensamiento,
pero me llega tu olor fresco y tu voz de ruiseñor,
tus caricias que me llenan y tu lágrima sincera
que siempre pide perdón.
Yo termino perdonándote, para seguir odiándome,
por amarte un poco más y me pasa el calendario
y el reloj se queda inerte, mientras yo de cuando en vez,
sigo jurándome olvidarte y aunque no lo haga en vano,
porque intento en cada mediodía alejarte de mi vida,
me llega la luna llena con su perfume de sirena
que me enseña a recordarte.
Es así que aún estoy esperándote en mi cama
sentada bien arropara para no sufrir tu adiós,
para no seguir pensando que eres el padre del adiós,
que no debo recordarte, que tengo que arrancarte
de este pobre corazón, pero al no poder hacerlo,
me dedico a respirarte, disfrutarte y aspirarte,
como un cigarrillo milagroso que a su paso trae vida
y tal vez renovación.

Lycette Scott