12 de noviembre de 2006

Los sabores de mi vida

La idea de este post la saqué de Dímelo Cantando, y aquí voy: Mi niñez sabe a la avena que tomaba mi papá en las mañanas y que debía tomar obligada o sencillamente no me paraba de la mesa, a las arepas con caraotas refritas y quesito blanco rallado que me preparaba mi abuela y que en aquel momento detestaba (porque no me gustaba comer) y ahora me fascinan. Sabe a la leche que preparaba mi abuela para el montón de gatos que tenía en su casa y al té de yerbabuena que me hacía para que se me pasaran los dolores de estómago, siempre con instrucciones incluidas: "Mija vaya a las escaleras, traígame unas ramitas de yerbabuena que te voy a preparar un tecito para que te lo tomes y te acuestes boca abajo, así se te pasa el dolor" ese remedio todavía es infalible, para el dolor de barriga y muchas otras cosas más.
Mi infancia supo a aguacates, mandarinas, limones, cambures, nísperos y naranjas que habían en el terreno de casa de mi abuela y que nosotros atacabamos ferozmente cuando nos invadía el fastidio o mi abuela se hartaba de los 4 nietos jodiendo todo el día y nos mandaba para el cerro, nos íbamos de "Campamento Indio", el cual consistía en comernos todo cuanto las matas tenían...ahhh que rico. También sabe a barquillas de chocolate con lluvia de chocolate que me llevaba a comer papá en Crema Paraíso.
Mi adolescencia sabe a arepas, pasta y/o pan con huevos revueltos y tocineta, que debía desayunar antes de ir a practicar natación, sabe al gatorade único alimento existente durante una competencia por temor a que nos diera una embolia, sabe a las pizzas con un litro de rico malt que me comía con mis amigos del liceo cuando teníamos clases en las tardes, sabe a arroz chino que comía todos los días cuando trabajaba en la biblioteca. Sabe a milanesas de pollo empanizadas que me mandaba mi mamá de almuerzo a la biblioteca y a las crepes con syrope y lluvia de chocolate que solía cenar.
Mis más recientes años supieron a comidas bajas en calorías siempre con el exquisito sabor de las comidas de mi abuela, ese que solo se consigue cuando se cocina con amor, sabe a filetes de pescado con mucha ensalada que siempre me comía con el mayor de los gustos, a jugo de lechoza que nunca me ha gustado pero que mi abuela me servía y me tomaba por no desilusionarla. Mis tardes saben a Hallaquitas de Plátano que me sabían a gloria y que mi abuela me preparaba en cantidad, era demasiado emocionante hasta después de vieja robármelas de la nevera y ella lo sabía, así se aseguraba de mandarlas a poner donde pudiera verlas.
Mis navidades saben a pernil, ensalada de gallina, pavo y bollos hechos por mi abuela, sabores que no puedo degustar nuevamente pero que vienen a mi, indelebles, escritos con una tinta única que mancha la memoria y los sentidos.
Dímelo decía que en general su vida sabe a familia, mi vida sabe a amor a cariño y a seres queridos, mi vida sabe a mi inagotable capacidad de asociar a la gente con su comida; mi vida sabe a mi abuela Celeste y al creciente río de sensaciones, sabores y olores que nacía de su cocina, para invadir mis sentidos.
PD: Ya estuvo interesante, pasenlo!!!!

14 comentarios:

Carolina dijo...

Se me revolvieron todos los sabores y los recuerdos.... Lo voy a hacer mas adelante, seguro que sí. Cuantas cosas lindas y ricas que me vienen a la mente!!!!
Abrazos,

Ricky del Norte dijo...

Realmente recordar todos los ricos sabores de mi infancia y adolesencia me pone un poco nostalgico..., algunos todavia las disfruto y otros nunca mas los volvere a saborear, muy bueno tu post.
Muchos Saludos.

Tapa-Amarilla dijo...

AYYY mi NEGRAAAAAA... se me hizo agua la boca con el nispero, crema paraiso, RICO MALT y pan de azucar era mi merienda... el cuartico de chicha... y un toddy calientico...
creo que me animo hacer los mios, me trajo lindos recuerdos..
Abrazos negrita!

• Eroserena • dijo...

Que bonito tu post negrita!..
una vez mas recorde los divinos sabores de mi vida..

Gracias a la vida que nos ha dado tanto Negri!

PD: Por ellos aunque mal paguen.. para todo lo demas clonales su Master card! jajajajajaja xD

Un abrazo manita! ^^

Anónimo dijo...

Jajajajjajaja no sabía que a ti tampoco te gustaba el jugo de lechoza. Es bueno saber que no era el único ;)

Anónimo dijo...

Hey! hoy mi mejor motivo eres tu!!! bella me sacaste del letargo y me hiciste recordar, con este bonito post, que ya copié.

Abrazote y beso.

Marole dijo...

ummm definitivamente mi infancia y gran parte de mi adolescencia llevan sabores sabrosos gracias a mi abuelita. Me facina este post y de verdad q' me saco una lagrimita nostalgica. Gracias por compartir...

bye bye ;)

Javy Regio dijo...

ah que mi negrita............me dio hambre.......
tengo curiosidad de probar una arepa...........me invitas ???

Oswaldo Aiffil dijo...

Hola Liz! Sabor a ti, como dice la canción. Un beso grande!!

Lycette Scott dijo...

K@rol Chama a mi también se me vinieron muchísimas cosas a la mente cuando leí este post en el blog de Dímelo, por eso me decidí a hacerlo.
Cere Yo extraño mucho a mi abuela también, afortunadamente la memoria me alcanza para recordarla bien. Un abrazo
Ricky Nostalgia fue poco comparado con lo que me dio a mí, se me salieron las lágrimas mientras lo escribía.
Tapa Amarilla Jajajajaja crema paraíso y el Rico Malt son lo máximo mana, demasiado buenos.
Eroserena Es así mi amiga, hay mucho que agradecer....jajajaja coño yo tengo más de uno al que quisiera clonarle la dorada JAJAJAJAJA.
Joshe Jajajajaja coño otro más....que risa en serio, digo lo mismo que tú, menos mal que no fui la única.
Reingeniado Ay dios!!!! que bello este comentario, me aguaste el guarapo. Pasaré por allá en el primer chancecito a ver cuáles son los sabores de tu vida. Besos
Marole Chama ¿Qué sería del mundo sin las abuelas? nada!!!! ellas son/fueron/serán lo máximo...un abrazo mana.
Javy Claro que sí, una arepita como las de mi abuela te puedo dar a probar.
Oz Gracias jajaja, yo no sé cuál será el sabor a mi. Un abrazo.

Cristina Fornés dijo...

Negrita, nunca pensé que se podía escribir tan bonito y con tanta ternura hablando de comidas... claro, hechas por la abuelita. Has sido muy afortunada al tenerla. Cuando nací las mías ya habían fallecido y sentí su ausencia toda la vida.
¡Gracias por tan bello post! Te quiero mucho.

Lycette Scott dijo...

Flores, la verdad que yo no podría imaginar una vida sin abuelas, lamento que no hubieses podido disfrutar de ese gran placer.
Un abrazo

Luisli dijo...

reingeniado me linkeo hasta aquí y que rico..... ojala y nunca pierdas esos sabores!
Suerte
Luisli

Lycette Scott dijo...

Luis, algunas cosas nunca se pierden Un saludo

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