Harta

Harta de sentir cosas que no quiero
de sentirme culpable cuando las siento
de preguntarme qué significan
de desesperarme al encontrar las respuestas.
Harta de vivir con un grito ahogado
de sentir que un yunque aprisiona mi corazón
de reprimir el llanto cada día
de llorar desesperada y sin control cuando no quiero.
Harta de no ser lo que yo quería
de negarme lo que siento
de esconderme de mi misma
de tanto ruido en mi silencio.
Harta de no poder controlarme
de querer a quien no debo
de rechazarme a mí misma
de decepcionarme siempre.
Harta de lo que no puedo compartir
de pretender e intentar ser quien no soy, ni puedo,
de dormirme sobre una almohada bañada en llanto
de bañarme tanto, para lavar la culpa que siento.
Harta de no pensar en nada más
de querer correr tanto como pueda
de odiarme por lo que soy
de no enfrentar al mundo entero.
Harta de preguntarme qué pasaría
de sentir terror de averiguarlo
de vivir en esta incertidumbre
de no resolver este laberinto.
Harta de no mostrar lo que estoy viviendo
de no querer amar para no complicarme
de forzar amores que no me inspiran nada
de querer sacarme el corazón del pecho.
Harta de verme en el espejo buscando algo
de desnudarme sólo frente a mí misma
de sentirme atrapada y con las salidas selladas
de querer desvanecerme irremediablemente.
Harta de planificar sin poder hacer
de nunca encontrar palabras adecuadas
de que por fin me haya iluminado por dentro
de seguir viviendo una obscuridad externa.
Harta de esconcerme siempre
de no poder sincerarme con la gente
de mis temores que me acorralan
de golpearme contra mis paredes.
Harta de querer morirme
de morder mis labios hasta que sangren
de desear rasgar mi piel en pedazos
de querer arrancarme el alma del cuerpo,
creyendo en vano, que eso me hará diferente.

LYCETTE SCOTT