16 de octubre de 2010

Crónica de una Venezuela en Crisis

Cuando yo era pequeña, escuchaba que la gente comentaba sus problemas económicos y muy esporádicamente sabía de alguien a quien le habían robado un carro, en aquel momento se decía que Venezuela era un país en crisis, sin embargo, todo marchaba relativamente bien. Ya en mi adolescencia, el mayor problema que podíamos confrontar era salir del liceo y que los chamos de los liceos públicos nos pidieran un ticket de pasaje estudiantil y cambio de lo lanzarnos un huevo podrido.
Hoy en día mi Venezuela es tan distinta que pinta una imagen deprimente y aterradora, algo lamentable para quienes quedamos en este territorio habitándola con amor. Para muestra pondré algunos ejemplos:

1.- En la actualidad todos conocemos a alguien que haya sido víctima del hampa: que si le robaron el carro, que si lo secuestraron, que si le robaron los zapatos, le robaron la cartera, le robaron el celular o una de las más comunes, que estando en una larga cola caraqueña, un motorizado le toco el vidrio y pistola en mano le quitó todo.

2.- Los salarios que devengamos los venezolanos no alcanzan ni para cubrir la cesta básica, así que aún siendo profesional, llegas a los 40 años viviendo con tus padres porque ni con el mayor esfuerzo es posible independizarte, comprar apartamento es imposible, los alquileres son astronómicos y para pagar estudios de postgrado debes estar dispuesto a dejar todo tu sueldo en el pago del semestre aún cuando se trate de una universidad pública. Así que muchos profesionales prefieren ser taxistas, no por gusto, sino porque ganas más dinero que trabajando en aquello para lo que estudiaste una carrera universitaria.
3.- Las tazas de desempleo son altísimas, así que si consigues un trabajo lo cuidas con tu vida, aunque te paguen una miseria, no te guste o tu jefe te maltrate. Todo venezolano sabe que perder el empleo es la manera más fácil de quedarse sin hacer nada y sin ganancias por períodos mínimos de 8 meses y máximos de quién sabe cuánto.

4.- Hace unos días el presidente “expropió” la empresa Agroisleña, en algo que es una vulgar confiscación disfrazada, como resultado, un pariente cercano, con dos hijos y pagando una hipoteca, se quedó sin trabajo. ¿Cuántos venezolanos han pasado por algo así? Cada vez somos más.

5.- Una semana después el gobierno intervino el banco BanCoro, como resultado, la hermana de este primo que les comentaba, perdió la inicial que llevaba 10 años reuniendo para comprar su casa, adicionalmente no tiene acceso a su salario.

6.- Hace un mes intervinieron al grupo BanValor, como resultado mi grupo familiar se quedó sin Póliza de Seguro de Hospitalización y Cirugía, la cual por cierto nos había costado unos 5.000 bolívares, es decir, casi todas nuestras utilidades, las cuales recibimos en diciembre.

7.- Si eres empleado público te han obligado a ir a las marchas de quienes apoyan al gobierno, te han obligado a vender rifas dirigidas a financiar las campañas del PSUV, has vivido de cerca la corrupción y sabes que no es una mentira, porque lo ves a diario y, adicionalmente, te quedas callado porque sabes que tu derecho a estar en desacuerdo o expresarte, sencillamente puede costarte tu trabajo.

8.- Lo peor: todos conocemos a alguien que ha sufrido algún tipo de situación de estas, es decir, que cada día la crisis se acentúa más, a tal punto, que nadie escapa de ella.

Visto lo anterior, me pregunto, si amas a tu país, naciste aquí y aquí quieres vivir y morir, educar tus hijos y hacer tu vida ¿es posible evitar tener conflictos cuando quieres irte porque siente que no es posible, por mucho que intentes, lograr el “sueño venezolano?

1 comentario:

Gustavo Pérez dijo...

Tu post me recordó algo que últimamente me dicen mucho: Antes de Chávez los políticos robaban pero el país se mantenía, lamentablemente tu crónica refleja el progresivo deterioro que estamos viviendo y que, al parecer, no muestra visos de querer deternerse.

Un saludo

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