Las muertes chiquitas es una obra multidisciplinaria, resultado de cuatro años de trabajo de la artista española Mireia Sallarés. Esta obra comienza con un documental, en el cual la artista entrevista a más de 30 mujeres mexicanas de distintas edades, razas, estratos sociales, profesiones y religiones; sus entrevistadas son tan variadas que van desde prostitutas, pasando por artistas, ex guerrilleras, indígenas, profesionales, etc.
Es quizás esta multiplicidad de mujeres concentradas en un mismo sitio lo que hace esta obra tan rescatable a mis ojos, debo decir que no he podido ver el documental, sin embargo, hace un año compré el libro derivado del mismo, el cual me pareció encantador por varias razones: en primer lugar, incluye los testimonios de las mujeres conjuntamente con fotografías, copias de libros, lo cual hace del formato en sí mismo, una obra de arte; en segundo lugar, el libro viene en tres idiomas: español, inglés y catalán.
Algo que quizás pudiera pasar desapercibido por el lector, es que se trata de una obra que comienza vendiéndonos la idea de cómo las mujeres perciben sus orgasmos (muertes chiquitas) y termina convirtiéndose en una especie de manifiesto político, porque en el camino, el lector descubre que existe una estrecha relación entre la sexualidad femenina y la violencia, algo que se analiza a la luz de grandes autores como Michel Foucault. En el trayecto además, terminamos descubriendo el alto precio que se paga en el mundo por ser mujer, más aún, si cuentas con varios factores de discriminación concentrados en una misma persona: pobre, india, lesbiana.
Aprovecho la oportunidad para comentarles, que yo regalé mi ejemplar del libro y aparentemente, el mismo ahora no se consigue en Venezuela, así que si algún lector o lectora, llega a verlo por ahí, por favor, hágamelo saber.
"La práctica del placer y el ejercicio de la violencia, desde el punto de vista femenino… Era el pasado mes de octubre del 2006, y como otras veces, me alejé de mi país y me fui al extranjero para sentir menos que el mundo entero es extranjero e incomprensible. Y a partir de ahí, y en mi descubrimiento de saber que en México, a veces al orgasmo, también se le llama La Muerte Chiquita, este juego de palabras también título de canción, sirvió de inicio para un proyecto que no sólo quería indagarse sobre los orgasmos de las mujeres, sino también sobre la violencia y la muerte". Mireia Sallarés
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