"El viernes 13 de Octubre de 1972 un avión uruguayo, que llevaba 45 pasajeros a Chile, de los cuales muchos eran estudiantes y jugadores de un equipo de rugby, se estrello en la Cordillera de los Andes.Doce murieron a causa de la caída, los sobrevivientes a esta tuvieron que soportar entre otras cosas a la temible Cordillera, treinta grados bajo cero durante las noches y al hambre.Trataron de resistir con las escasas reservas alimenticias que poseían, esperando ser rescatados, pero su esperanza cayó al enterarse por una radio, que se había abandonado la búsqueda. Desesperados ante la ausencia de alimentos y agotada su resistencia física, se vieron obligados a alimentarse de sus compañeros muertos para poder seguir viviendo.Finalmente hartos de las bajísimas temperaturas, los amenazadores aludes, angustiados por la continua muerte de sus compañeros y la lenta espera del rescate, dos de los rugbiers deciden cruzar las inmensas montañas para así llegar a Chile. De esta manera es como el 22 de diciembre de 1972, después de haber estado durante 72 días aislados de todo, el mundo se entera que dieciséis son los sobrevivientes que vencieron a la muerte en la Cordillera de los Andes".
Supervivencia: "En los días que le siguieron al accidente, los sobrevivientes mantuvieron la esperanza creyendo que pronto iban a ser rescatados. Los estudiantes de medicina, Roberto Canessa y Gustavo Zerbino hicieron chequeos sobre los heridos. Como no encontraron el botiquín del avión, se tuvieron que arreglar con instrumentos improvisados, tales como vidrios, hojas de afeitar y medicamentos que ellos mismos habían llevado al viaje. Al despertar del segundo día fueron a ver como se encontraba el copiloto Dante Lagurara y lo encontraron sin vida. Ese mismo día también murió la Señora Mariani, que era la única persona que no estaba ligada a los Old Chrisitian y viajaba a Santiago para asistir a la boda de su hija. Uno de los sobrevivientes, al ver a Antonio Vizintin noto que por uno de sus brazos estaba perdiendo sangre por lo cual debieron detener la hemorragia. Los sobrevivientes mas adultos del grupo, Liliana y Javier Methol, ambos de 35 años, se hallaban físicamente bien. A pesar de no tener heridas, Javier estaba sufriendo mareos debido a la altitud. Constantemente sufría de desorientación y sus movimientos eran muy lentos. Su esposa, Liliana se ocupaba de cuidarlo como así mismo también cuidaba de los demás jóvenes como una madre. Susana Parrado estaba empeorando día a día. Tenía daños internos, con los cuales, ninguno de los dos estudiantes de medicina podía lidiar. Su madre había muerto instantáneamente cuando el avión freno en el valle. Su hermano Fernando Parrado, todavía yacía inconsciente en el suelo del avión, pero estaba poniéndose mejor al cuidado de Diego Storm. Por otro lado la pierna de Rafael Etchevarren se estaba infectando al igual que la de Arturo Nogueira. Poco antes del mediodía del tercer día divisaron un avión reactor que volaba por encima de ellos. Agitaron los brazos, gritaron y trataron de hacer señales con elementos metálicos, pero este siguió de largo. Por la tarde un aparato de turbohélice paso a menor altura que el anterior volando de este a oeste y poco después otro avión pasó de norte a sur. Los sobrevivientes gritaron y agitaron sus brazos en el aire pero ninguno de los aviones mostró señales de haberlos visto. A las 4: 30 surgió un biplano cuya ruta pasaba exactamente sobre los accidentados. Esta ves los sobrevivientes notaron que el avión había movido sus alas, lo que interpretaron como una señal. Ya nada podía impedir que estos creyesen lo que tanto deseaban creer. Algunos se sentaron en la nieve a esperar el rescate. Mantuvieron la esperanza durante todo el día, pero cuando empezó a oscurecer, el frío se intensificó y los helicópteros no llegaron. Mas tarde, ese mismo día el capitán del equipo Marcelo Pérez se dio cuenta de que alguien había comido parte de los alimentos que estaban racionando. Algunos de los sobrevivientes reconocieron haber comido ya que creían que el rescate seria inminente. Fernando Parrado, recobró la memoria ese mismo día. Inmediatamente comenzó a ocuparse de su hermana, que estaba en estado crítico. A menudo Susana deliraba y se le congelaban los pies. Nando le hacia masajes y todo cuanto pudiera para salvarle la vida, pero todo fue en vano y tres días mas tarde, Susana murió en los brazos de su hermano. Roy Harley había encontrado una radio a transistores, con la cual consiguieron captar algunas emisoras y de vez en cuando escuchaban noticias sobre la búsqueda del avión perdido en las montañas. El hambre comenzaba a atormentarlos. Se veían obligados a ajustar la racion de comida día a día. Cuando se paraban se sentían mareados y les costaba mantener el equilibrio. Tenían frío aun cuando el sol estaba lo bastante alto para calentarlos. Pegados a algunas rocas sin nieve encontraron liquides con los que hicieron una especie de pasta que resulto amarga y nauseabunda, sin ningún valor nutritivo. Les quedaba una única posibilidad y ya todos sabían cual era. Canessa fue quien tomo la iniciativa. Este explicó que nadie iría a rescatarlos, que tendrían que salir de allí por sus propios medios y que para eso necesitarían energía. No podrían hacer nada si no comían y el único alimento disponible eran los cuerpos muertos de sus amigos. Subrayó que tenían el deber moral de mantenerse con vida mientras pudieran. - La carne es alimento. Las almas de nuestros amigos ya abandonaron sus cuerpos y lo que queda aquí son los despojos que ya no son seres humanos si no carne como la del ganado - . Se convocó a una reunión en el interior del Fairchild y los 27 sobrevivientes debatieron largamente acerca de si debían o no comer la carne de los muertos para seguir viviendo. Canessa y también Fito Strauch reiteraron sus argumentos. En respuesta a los que se negaban a aceptar la situación Zerbino rebatió: - Pero ¿que creen que pensarían ellos? Por mi parte, estoy seguro de que si mi cadáver les fuera útil, querría que lo aprovecharan. - Esta reflexión aclaró muchas dudas, porque mas allá de que cada uno de ellos se resistiera a comer, todos estuvieron de acuerdo con Zerbino. La discusión continuó durante la mayor parte del día y aquella misma tarde decidieron proceder sin mas tardanza. A la mañana siguiente Roy Harley encendió la radio de transistores y se enteró de que el Servicio Aéreo de Rescate había desistido de buscar al Fairchild en vista de los malos resultados obtenidos. Cuando lo supieron, los demás empezaron a rezar entre sollozos. Mientras tanto Parrado fijaba la vista en los picos de las montañas y estudiaba la posibilidad de salir de allí caminando". Tomado de El Milagro de Los Andes.
Aquí podrán ver una Cronología del accidente: Desde el jueves 12 de octubre de 1972 hasta el jueves 28 de diciembre del mismo año.
El rescate: "En el día 20 de Diciembre, cuando ya se estaban por acostar, después de haber caminado otro largo tramo, Canessa reconoció a un hombre a caballo del otro lado del río y empezó a gritarle a Parrado para que fuera a su encuentro, ya que él no podía caminar. Parrado corrió hacia donde se encontraba el jinete, pero no lo vio, por lo que regresó junto a Canessa quién también lo había perdido de vista. Mas tarde oyeron un grito y esta vez vieron a tres hombres del otro lado. Los dos pidieron socorro desesperadamente e hicieron gestos de súplica. Uno de los tres hombres se acercó a la orilla del río y gritó algo, de lo cual Canessa y Parrado solo pudieron entender "mañana". Finalmente se acostaron a dormir felices por lo acontecido. A la mañana siguiente, los dos sobrevivientes volvieron a ver a los tres hombres al lado de la cabaña. Parrado se acercó al río y le gritó algo a las personas. Uno de ellos (Sergio Catalán) bajó hacia la orilla y en un papel escribió: Va a venir luego un hombre a verlos. ¿Que es lo que desean?. Después de escribir esto, envolvió el papel en una piedra y se lo lanzó a Parrado. Este escribió lo siguiente: "Vengo de un avión que cayó en las montañas. Soy uruguayo. Hace 10 días que estamos caminando. Tengo un amigo herido arriba. En el avión quedan 14 personas heridas. Tenemos que salir rápido de aquí y no sabemos como. No tenemos comida. Estamos débiles. ¿Cuándo nos van a buscar a arriba?. Por favor, no podemos ni caminar. ¿Dónde estamos?". Cuando terminó, hizo lo mismo que el arriero para devolver el papel. Sergio Catalán lo leyó e indicó que había entendido. Antes de irse, el arriero arrojó cuatro panes al otro lado del río y luego se fue a caballo. Unas horas mas tarde llegó un hombre al lugar dónde estaban Canessa y Parrado y les dijo que Sergio Catalán había ido a notificar la noticia al pueblo más cercano. Finalmente, a setenta días del accidente y de nueve de caminar a través de las montañas, habían encontrado la salvación".
Enlaces interesantes: Página de Fernando Parrado (Nando), Página de Carlitos Páez, Viven.
Importante
5 comentarios:
A mi también me llama muchísimo la atención esta historia... de hecho, en mi familia hemos discutido larrrrgos ratos sobre "lo moral" desde el punto de vista de cada uno de los sobrevivientes...
Yo vi en Discovery channel un especial del accidente, es muy bueno, tiene relatos de los propios protagonistas del accidente... siempre lo repiten, te lo recomiendo...
Qué situación tan dificil no?? tenner que pensar en "comer" carne humana para sobrevivir... yo creo que sólo podríamos saber si somos capaces de hacerlo si algún día (q Dios no lo quiera) nos vemos en una situación así... porque pensarlo en frío es sumamente difícil
Saludos!!
Depeco, sí he visto varias veces el documental, hay una película en cine que narra más o menos la historia se llama Viven, también te la recomiendo.
Te cuento que lo peor de todo fue que después de llegar a Uruguay fueron muy críticados por haber comido carne humana.
Mascavidrios, eso mismo pienso yo
es verdaderamente impresionante la forma de como se narra la supervivencia de estos jovenes que quedan incomunicados en los andes y al paso de los dias van perdiendo las esperanzas por salir de ese lugar asta que por fin son rescatados
La historia de los andes es increíble y esperanzadora
Hace una semana fui a una convención nacional sobre calidad y la última conferencia, fue de uno de los sobrevivientes de este accidente, nos narró todo es impresionante como muchas veces nos quejamos por cosas insignificantes, al terminar la conferencia todos le aplaudimos por varios minutos, nos pusimos de pie, hasta que el director del evento nos cayo, para hacer: "la sesión de preguntas", pero es impresionante mis respetos y más porque en la conferencia el nos daba su punto de vista y todo mis respetos
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