Entre el blanco y el negro

Entre tú y yo todo es confuso,
si alguien dijo que el mundo
se compone de blanco y negro
evidentemente no ha leído nuestras páginas.
He pintado tantos cuadros
en mil tonalidades de grises distintos y contigo
que a veces pienso con certeza triste
que el plomo se inventó
en el pincel de nuestra historia.
Nuestros blancos comienzan en tu sonrisa,
mojan tus labios con mi saliva
y yo los tiño de color rosa
con mis lágrimas de sangre tinta.
Oscurece un poco mi tintero
cuando llega a tu corazón compartido,
en el que me disuelvo cada nuevo enero,
el mismo en que mueren todos mis sueños.
Luego bajo por tu quijada,
coloreo tu pecho varonil
y dibujo tu abdomen blanco y redondeado,
simplemente para caer en tu órgano viril.
¡Cuántas explosiones de prisma
con sus mil colores sin domesticar!
cuántas veces mi vientre
ha sambeado en el tuyo un carnaval.
Pero carnaval son sólo cuatro días,
momentos de fiesta sobre tus caderas,
que una vez finalizados
dejan paso a un gris de plomo,
noches oscuras sobre el mar,
este plomo oscurece más y más
para terminar en negro cuando llego a recordar
que tu amor es una cuarezma sin terminar,
que pertenece a mí y a alguien más.
Recuerdo entonces que nuestro amor
son sólo momentos y matices de felicidad
que se dibujan poco a poco
entre el blanco y el negro,
entre amar y odiar.

Lycette Scott