17 de julio de 2010

La herencia del venezolano


¿Recuerdan la generación del “ta’ barato, dame dos”? Yo sí, es la generación a la que Jose hace referencia aquí, esa generación del facilismo, del malgastar, aquella que viajaba a Miami como ir de Caracas a La Guaira, la misma que botaba los electrodomésticos y muebles para cambiarlos por unos nuevos, en vez de regalar los viejos o mandarlos a reparar.

Esa generación transmitió a generaciones siguientes unos antivalores difíciles de erradicar y culpables además de muchos de nuestros males, en Venezuela gana el más vivo, el venezolano promedio prefiere tener las cosas fáciles que trabajar por ellas, si trabajas en una oficina pública te llevas el material de oficina y no importa “eso lo paga el gobierno”, si trabajas en un hospital te llevas los insumos "para tener en casa en caso de emergencia", y después te quejas de que los mismos no están bien dotados.
Pero quizás una de las características más dañinas es el hecho de que existe una cultura de parranda, el venezolano prefiere vivir de parranda que emplear su tiempo en algo útil, tiene una creatividad bárbara para sacar un chiste de todo y reírse hasta de las peores situaciones, pero no la utiliza para hacer cosas productivas.

Otra herencia desgraciada de esa generación, es la característica del “petropaís” ¿en qué consiste? En la creencia general de que Venezuela es un país rico, la verdad no lo somos, somos un país Potencialmente rico, que es algo muy diferente, para llegar a ser ricos debemos trabajar duro y explotar nuestro potencial, pero pocas personas realmente lo hacen con una convicción social.

Dentro del petropaís está la creencia general del “cuánto tienes, tanto vales” les suena ¿verdad? El venezolano se gasta la plata en pinta, en carros que después no tienen como mantener. El venezolano siempre está bien vestido, suele gastarse el dinero en una tremenda camioneta 4x4, con un equipo que suene bien duro, tiene Directv, un equipo de sonido inmenso, un televisor plasma, pero no se alimenta bien.

Esta generación nos dejó la creencia de que el dinero vale más que la educación y la cultura, de que todo tiene que llegar fácil y sobretodo la creencia de que el Gobierno es un “papá estado todo poderoso” que está obligado a regalarnos todo. Es quizás por esto, que el venezolano promedio tiene la cultura de criticar muy fácil y cómodamente desde su casa con una birra en la mano, pero cuando le piden su granito de arena no lo pone.
Entonces me pregunto yo, cuándo entenderemos que el mayor problema no es este gobierno, ni los anteriores, ni los que vendrán, el mayor problema está en nosotros mismos. Tenemos que cambiar mentalidades para cambiar la cultura del venezolano y sólo así podremos ser mejores que nuestros gobiernos y ayudarles a sacarnos de esta crisis que, a final de cuentas, es culpa de todos nosotros.

10 comentarios:

tesne dijo...

Ciertamente es un problema cultural, lo malo es que esa cultura ha sido incentivada por los gobernantes (el presente y los anteriores) claro que esto no es sostenible en el tiempo, y lamentablemente tarde o temprano la pagaremos.

Lycette Scott dijo...

Mi percepción muy particular es que ya lo estamos pagando, pero con cada año que pasa el precio sube

Unknown dijo...

bella como estás, que gusto ver que mantienes tu blog, yo estoy tratando de retomar el mío...ahi voy
Respecto al post...creo que nuestro gran problema es de educación, es mejor parecer que ser...y creo que aún nos falta por recorrer, lo peor creo que no ha llegado todavía
un abrazo

KamX dijo...

Hola Lycette que tal? aún vive tu blog, yo he borrado el mío hace un año y ahora abrí uno nuevo en wordpress.

Con relación a tu tema, pienso que es un problema de cultura, por ejemplo yo he conocido que gente vive en los cerros pero no repara lujos, ni gastos para vestirse, bien, tener aparatos de última tecnología, etc. Mientras que la gente de "clase media" se preocupa mas por su futuro como profesional. Saludos...

Lycette Scott dijo...

LOCO: Un placer tenerte por acá después de tanto tiempo, yo también estoy retomando el blog después de casi un año sin mucha actividad.
tienes toda la razon, lo peor aún está por venir y esa es la parte triste del asunto.

KAM: Como le decía al Loco lo estoy reviviendo poco a poco, según el tiempo y la inspiración me lo permiten. Dame la dirección del tuyo para visitarte

New Sensation dijo...

Manita, mejor no lo pudiste decir. Yo que estoy fuera de nuestra bella Vzla te cuento con pena ajena cómo nos ven otros, hasta les damos risa. Te acuerdas cuando hace muy poco el dolar oficial subio a 2.60 y a 4.30 y que la gente corria por todos lados haciendo compras nerviosas de electrodomésticos para poder pagarlos a precio viejo? Pues te cuento que aquí en México les daba risa que las compras nerviosas de los venezolanos sean COSAS y no comida, pues por lo menos aquí, la mentalidad del mexicano es diferente, ellos prefieren comer y tener para darles de comer a sus hijos que derrochar el sueldo completo únicamente en las apariencias, y como comprenderás a mi se me caía la cara de vergüenza cuando no solo me preguntaban eso, sino que lo veía en las noticias!!!

Oswaldo Aiffil dijo...

El cambio de mentalidad es el más dificil de todos. Sangre, sudor y lágrimas es el precio a pagar. Besos mi Liz!

Camilo Ernesto Reyes Rodríguez dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Camilo Ernesto Reyes Rodríguez dijo...

http://mirinconpersonalreforzado.wordpress.com/

Lycette Scott dijo...

NEW: Manita que triste no? que de pena algo así. Que mal de verdad, esperemos que algún día todo mejore.
OZ: Exactamente mi querido amigo, es muy dificil.

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