25 de febrero de 2011

De interpelaciones y otros tormentos

Durante los últimos días he estado observando con cierta atención las interpelaciones de los Ministros venezolanos ante la Asamblea Nacional, y debo decir, que el único calificativo que se me ocurre para definirlas es que éstas han sido un “show”. Que no se engañe el lector cuando me refiero a un acto tan solemne de esta manera, pero la verdad es que he podido observar que los Diputados no tienen acceso con anterioridad a los datos y cifras suministrados por los Ministros, razón por la cual, les es muy difícil al momento de la intervención verificar la certeza o falsedad de los mismos.


Por otra parte, he visto a los ministros desfilar por la Asamblea vendiendo una realidad que en muchos casos es inexistente, considero que todo ciudadano debe mantener la objetividad para criticar lo que debe ser criticado y reconocer los logros obtenidos, pero es imposible que en cualquier país del mundo las políticas implementadas por los gobiernos tengan tal nivel de perfección que no se cometan errores, la verdad es que me habría gustado ver a los ministros decir “hemos logrado esto y reconocemos que tenemos fallas en esto otro, sin embargo estamos implementando tal política para solucionar los errores cometidos”, cosa que no hemos visto.


Se trata pues de intervenciones en las que los ministros quieren hacer ver que vivimos en un “país perfecto” ¿perfecto? Yo me pregunto seriamente ¿en qué país viven los ministros? Yo no creo que vivan en Venezuela, porque aquí sufrimos de inseguridad, mal estado de las vías, graves carencias en los servicios públicos, tenemos una salud deficiente y altos niveles de inflación.


Cuando escuché a la Ministra de Comercio hablar de que este gobierno ha aumentado el salario mínimo mucho más que los gobiernos anteriores, casi me da algo, porque evidentemente es cierto, pero esto trae a colación una pregunta obligada ¿por qué? Lógicamente es necesario aumentar constantemente el salario mínimo en un país con altos niveles de inflación, de lo contrario los ciudadanos se morirían “literalmente” de hambre, y hay que decirlo, aún con los constantes aumentos en el salario mínimo, éste no alcanza para cubrir la cesta básica de los venezolanos y eso no es un secreto para nadie.


En este sentido, existe un largo carrete de tela para cortar que daría material suficiente para hacer una gran cantidad de post, pero quiero referirme a un asunto fundamental: EL SHOW. El show para mí viene dado cuando los diputados de oposición se dedican a atacar a otros diputados sin comprobar sus acusaciones y, al no centrarse en lo importante, hacer preguntas puntuales e incisivas sobre casos de corrupción, malversación de fondos y afines, acerca de los cuales se ha hablado en el caso de varios ministros.


Por su parte los diputados oficialistas han protagonizado el show mayor habando de “pregúntele al diputado fulanito de tal qué hizo él cuando fue gobernador de tal estado” o dando discursos del tipo “en la Cuarta República se hacía tal cosa”. Señores diputados, la Revolución Bonita, Bolivariana, Chavista o como quieran llamarla, tiene 12 años instaurada en el país y después de tanto tiempo no es posible darle respuestas de ese tipo al pueblo venezolano. Yo aplaudiría de corazón a los diputados que en vez de justificar sus errores tratando de hacer ver los errores que cometió la Cuarta, se dedicaran a hablar de lo que ellos han hecho y lo más importante, qué están haciendo ellos para resolver los problemas fundamentales que aquejan a los venezolanos.


Señores diputados oficialistas, a mi no me interesa lo que pasó porque el pasado no tiene arreglo, pero díganme ustedes ¿qué están haciendo para lograr un futuro mejor para todos y cuáles son los resultados obtenidos en tal labor? Esa es la meta y eso es lo que el colectivo nacional, independientemente de su inclinación política, quiere conocer ¿están ustedes en capacidad de respondernos?


Es necesario que las interpelaciones se constituyan en un debate que coteje datos y realidades sobre las políticas de los ministerios, no un circo en el que los diputados de ambos bandos se saquen los trapitos al sol porque la asamblea no es un meeting político ni se está investigando a los diputados, es una interpelación a los ministros, es a ellos a quienes los diputados deben interrogar y exigir verdades, las pugnas entre bandos y entre diputados, se pueden y se deben reservar para otros espacios y otras ocasiones.


En fin, lo más importante aquí, para Venezuela y su sociedad es llegar a puntos de diálogo en los que ambos bandos en conjunto, construyan políticas sociales de alto impacto, que permitan separar las diferencias políticas del trabajo social y generar cambios positivos y significativos para el país.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Apenas he visto pedacitos de las interpelaciones, pero he estado leyendo al respecto, y en ambos casos me he encontrado con un circo, con una burla a los venezolanos.

Lycette Scott dijo...

Honestamente amiga, menos mal que has visto sólo cortes, yo no he visto completo tampoco, pero es todo un show, una burla al pueblo y con pueblo me refiero a TODOS, sin distinción de tendencias políticas

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