Las españolas dijeron #SoyTanLesbiana

 

Durante los últimos dos días, el twitter se ha visto revolucionado por mujeres que además de serlo son lesbianas, las españolas dijeron sin temor alguno, sin represalias, sin pudor y sin clósets #soytanlesbiana.

Mediante este hashtag , hubo una lluvia de tweets en los cuales las lesbianas sacaron a la luz pública cosas propias de su imaginario social a través del humor. Quizás muchas de estas mujeres lo hicieron a conciencia, tal vez otras no tendrían idea de lo que esto significa, pero lo importante es que lo hicieron: dieron visibilidad a la mujer, lo cual de por sí ya es un logro, pero éste obtuvo un plus al darle visibilidad a las mujeres lesbianas.

A través de una simple etiqueta las lesbianas demostraron que vivir en una sociedad del primer mundo, civilizada y en la que cada vez la comunidad Sexo Diversa gana más espacios, es sencillamente un completo paraíso ¿por qué hago esta afirmación? Porque estas mujeres se lanzaron a las calles del ciberespacio para dar a conocer el humor propio de las lesbianas, cosas características de su modo de vida, tomar como ciertos algunos mitos, negar otros, caracterizarse de alguna manera, mofarse de aquello que la sociedad les inculca para estigmatizarlas, pero sobre todo, para afirmarse como tales.

Considero que se trata de un tema digno de un post, porque el hashtag además logró ser Trending Topic durante unas horas, lo cual me obligó a reflexionar ¿qué habría pasado si todas las lesbianas de habla hispana se hubiesen unido a la etiqueta? Estaríamos hablando, sin duda, de una visibilidad de marca mayor, algo generalizado para decirle al mundo “éstas somos nosotras y lo decimos con orgullo”, sin embargo, no sucedió, al valor de las españolas, se unieron algunos casos aislados del resto del mundo, aunque seguramente muchas twitteras lesbianas de otros países morían por hacer su aporte.

Bravo por las españolas que se mostraron, reivindicando términos como bolleras o tortilleras, es precisamente ese tipo de visibilidad (positiva por demás) la que se requiere para lograr espacios y acabar poco a poco con los fenómenos discriminatorios, ante los ojos perplejos del pensamiento conservador que desdeña y sataniza la sexodiversidad, ante el patriarcado que pisotea a las mujeres e invisibiliza a las lesbianas porque “al fin y al cabo, son mujeres y eso no cuenta”.