11 de marzo de 2012

¿Quién se ha llevado mi Feria del Libro?

Como todo amante de la lectura, asistir a las Ferias del Libro es algo que me apasiona. Desde que tengo uso de razón, mi mamá solía llevarme a la Feria Internacional del Libro de Caracas, así fue sin excepción, hasta su última edición, recuerdo pues, que esta era una de las semanas más esperadas en mi casa cada año. 
Pues bien, ayer asistí a la Feria Internacional del Libro de Venezuela (FILVEN) en su edición del año 2012. A pesar de que tenía algunos años sin asistir, debido a mi decepción una de sus primeras ediciones, decidí darle otra oportunidad. Me encontré con una feria escuálida, lo cual me entristeció profundamente. 
Este año, FILVEN se dio cita en los espacios del Teatro Teresa Carreño, muy acogedora, sí, pero muy pequeña también. Yo recuerdo que la Feria del Libro de Caracas era una feria inmensa en las inmediaciones de la Zona Rental de Plaza Venezuela, la cual contaba con una cantidad cercana a 700/800 stands, repletos de libros y material audiovisual educativo, con asistencia de múltiples editoriales nacionales e internacionales, con un Pabellón Infantil gigantesco y mágico, en el cual contábamos con cuentacuentos, titiriteros, libros, actividades de lectura, payasos, actividades de bricolaje y todas esas maravillosas cosas que integran el mundo de las artes literarias. Recuerdo además, que aquella feria soñada se recorría en espacio de un día sin detenerse mucho en cada stand, razón por la cual, para disfrutarla a plenitud, era necesario asistir durante toda la semana y, en efecto, ese era el deseo que dejaba en los corazones de todos los intelectuales y bibliófilos venezolanos. Por otra parte, recuerdo que las actividades estaban dirigidas a bautizos y lecturas de libros, firmas de ejemplares por parte de los autores (venezolanos y extranjeros), así como muchas otras con tópicos referidos a la literatura.
En esta oportunidad, me vine a casa nuevamente con un cierto sabor amargo en la boca, porque la FILVEN 2012, fue una feria bien organizada, pero muy pequeña para tratarse de una feria internacional, con poca variedad de editoriales. No sabría decirles exactamente el número de stands disponibles al público, pero puedo asegurarles que no son más de 300 espacios ¡vaya diferencia!. Esta feria se recorre en su totalidad, aún deteniéndose en cada stand en unas tres horas. No cuenta esta edición, como antaño, con una variedad de artistas que vendan franelas, libreticas, lapicitos, afiches y afines, creo que ví unos 10 stands de este tipo. ¡Que decepción!
No quiero que mis lectores confundan esto con una crítica política, porque no tiene que ver con una ideología en particular, sino más bien, con un llamado desesperado de alguien que anhela ver a FILVEN convertida en una verdadera feria variada para los venezolanos. Aunque sí me parece importante mencionar, que abundaron los libros de orden político en esta edición, los cuales estaban dirigidos al desarrollo de teorías políticas de izquierda y yo me pregunto ¿no son los espacios intelectuales aquellos dirigidos a promover el pensamiento libre? yo quiero una feria con literatura de izquierda, de derecha, de centro, de arriba y de abajo. Quiero una feria como aquellas en las que incluso era posible adquirir libros bajo planes de financiamiento. Quiero una feria grande y mágica, en la cual no se resalte el contenido político, sino que se celebre el mundo de la literatura por todo lo que vale, en toda su extensión. Quiero volver a perderme en un mundo literario durante una semana completa y quedarme con ganas de más. Desafortunadamente, FILVEN quedó en deuda conmigo en estos aspectos.
Finalmente, debo decir, que celebro que se siga realizando esta iniciativa, aún con sus fallas. Considero que es importante acercar a la gente a la lectura. En este sentido, FILVEN tuvo sus ventajas: estacionamiento gratuito, entrada libre, espacios limpios, varios espacios pequeños para comer. Debo reconocer que el Ministerio del Poder Popular Para la Cultura contó con un stand bastante grande, bonito y organizado. Estos fueron los puntos positivos de esta edición.
Cierro este escrito, llamando a la reflexión de los organizadores y pidiéndoles, corazón en mano, que hagan un esfuerzo para realizar una feria inmensa y multitudinaria como las de antaño, una inmensa gala del libro, un espacio para soñar y sonreír, donde podamos acceder a libros, material audiovisual, artesanía, teatro y cuentacuentos por igual, pero sobretodo en cantidad, con variedad de contenidos, tanto que uno tenga que recorrerla muchas veces, para elegir de entre tanto material disponible, cuáles son las cosas que alcanzará a comprar, según el presupuesto lo permita; una feria que cuente con libros técnicos, literatura, poesía, arte, cuentos, fábulas, leyendas, diccionarios, enciclopedias; una feria en fin, que celebre al libro en toda su magnitud y esplendor. 
Yo quiero una verdadera gala literaria en Caracas, por eso, vuelvo a preguntarme ¿quién se ha llevado mi Feria del Libro? 

5 comentarios:

Marcel dijo...

La última Filven a la que asistí fue la última que realizaron en el Parque del Este, finales del 2010 o comienzos del 2011, ya esa me decepcionó bastante por los pocos stands y por el hecho de que predominaba la literatura política de corte izquierdista. Recuerdo que había hasta un stand del Ejército que lo que tenía era un caballo y un soldado de utilería.

Mi queja respecto a la literatura política no tiene que ver con que yo no comulgue con esas ideas, simplemente es una literatura que no me interesa así ofrecieran tratados sobre el libre mercado y la derecha. Mi interés se centra principalmente en novelas de misterio y ciencia ficción, géneros que publican solamente las editoriales privadas y que siempre han sido minoría en las Filven, por la razón que sea.

Por todo eso no fui a la primera Filven que realizaron en el Teresa Carreño y tras leer tu artículo me parece que tampoco asistiré en esta oportunidad.

Lycette Scott dijo...

Yo había dejado de asistir como desde el 2005, creo que en cierta forma había sido la decisión correcta.
Esperemos que la cosa mejore en ediciones sucesivas.

Anónimo dijo...

Discrepo completamente de sus criterios, pero felicito su disposición de visitar la Feria y publicar sus apreciaciones. En el enorme stand del Ministerio de Cultura están las publicaciones que produce el Estado, sería el colmo de la ingenuidad pedirle a un gobierno de izquierda que patrocine literatura de derecha con sus propios recursos, pero no se puede negar que en el resto de stands las editoriales y los títulos de derecha son mayoría, incluidos los Capriles, Barsa-Planeta, Universidades privadas, entre muchas otras; y si el tema político prevalece en la Feria no es sino una consecuencia de la realidad venezolana, en cualquier otro espacio público ese es el tema de mayor presencia (que eso sea bueno o malo ya es cuestión de opiniones). Sin embargo quien se interese por literatura de misterio, religiosa, gastronómica, histórica, científico-técnica, académica, infantil o cualquier otra, también va a conseguir opciones de su agrado. ¿Que pudiera ser aún mejor? Sí, en eso coincidimos por completo, pero yo estoy muy orgulloso de contar con la FILVEN, y ahora mucho más, porque desde el año pasado se instituyó el recorrido de la Feria por muchas de las grandes ciudades del país al cerrar la edición aquí en Caracas.

Lycette Scott dijo...

Estimado amigo, la disrepancia es bienvenida, sin embargo, al gobierno no le compete escoger qué leen sus ciudadanos y por ello deberíamos poder enconrrar libros y editoriales de todas las ideologías. Considero que corresponde al lector esa elección.
Consecuencia o no de la situación del país, creo que la Feria no debe ser un espacio político, por otra parte, la feria sigue siendo muy pequeña y cuenta con muy poca variedad.
Saludos

Anónimo dijo...

Buenas noches a todas y todos, me gustaría saber existe alguna pagina web o texto al que pueda recurrir para comparar en distintos aspectos las ferias del libro antes y después de 1999 aquí en Venezuela. Gracias.

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