26 de febrero de 2014

Cómo cayó la plaza (Altamira) y los jinetes de negro. La noche del 19F

El siguiente escrito salió de la mano de Alexey Martínez, un querido amigo de esta servidora y contiene un relato de primera mano sobre lo ocurrido en la Plaza Altamira el 19 de febrero:

"19 de febrero, ya luego de una semana de protestas en Caracas y casi dos en otros estados, me encontraba en Plaza Altamira tomando las fotos de rutina; ya los siguientes días luego de comenzar, la gente me apoyó mandando claves de WiFi de la zona o le enviaba a amigos las fotos por Whatsapp debido a que resulto más rápido y ágil que ellos las replicaran que a subirlas yo mismo. Ya caída las 7:30 de la noche estaba caminando tomando fotos por la Avenida del Avila, subiendo y bajando, aspirando “gas del bueno” viendo los ojos llorosos de los demás, gente que se desmayaba y caminaban mareados, mientras le escribo por Whatsapp a una persona que replicaba mis fotos “No sé si irme… en dos patadas van a subir” me detengo en la esquina donde se encuentra el edificio de la famosa Auto-Escuela Rossini e inocentemente me tomo una “selfie” para mandársela a esa persona, sin saber lo que iba a pasar unos segundos después.


Lo siguiente que vi fue gente corriendo, tiros al aire y los gritos de la gente corriendo aterrorizada, mi reflejo fue caminar y pegarme a la pared bajo un pequeño techo que se encuentra ahí y agacharme viendo en dirección al hotel Four Seasons, una muchacha se sentó frente mío con el pánico dibujado en su cara y detrás mío una pareja, mientras yo veía claramente a los policías en sus motos parados en la Avenida, la mujer detrás de mío gritaba desesperadamente acorde al sonido de las explosiones y su acompañante trataba de calmarla, pude decirles, “calma que esto va a ser rápido”; Los que han visto los vídeos de este suceso en youtube, luego de los primeros disparos al aire, podrán escuchar unos sonidos metálicos, que son de las balas cayendo. Le pregunto a la muchacha que esta frente a mí, mientras los policías disparaban con las escopetas gases y perdigones: ¿estás bien? Y asiente con la cabeza, y tratando de calmarla le digo “Hubiese sido buena idea irnos hace 10 minutos ¿verdad?” a lo que respondió con un “coye sí” , mientras le decía esto, observo a un policía a unos 30 metros en el entre cruce de la Av. Luis Roche que me está viendo y nos grita algo mientras apunta hacia nosotros con la escopeta, sentí como se me subió el corazón a la garganta, le digo a la chica “no te muevas” - ella estaba mejor protegida que yo con una caja metálica que tenía a sus espaldas y todo lo que veía era mi cara, que lo más seguro era una cara de terror-.


El policía disparo desde allá y sentí algunos perdigones pasando cerca. Algo distrajo a los policías y comenzaron a disparar perdigones y lacrimógenas de forma desmedida hacia el otro lado de la calle de la Avenida Avila, esto me dio chance de quitarme el shemagh, la gorra y el radio transmisor, para meterlos en el bolso por si tenía que correr. Los policías que iban de parrilleros se bajaron de las motos y uno de ellos comenzó a caminar hacia nosotros, esto termino de asustarme. No es mi intención aderezar de drama este artículo, pero no es mentira cuando dicen que en esos momentos uno piensa una serie de cosas y el tiempo pasa muy lento, solo alcanzo a recordar que me dije a mi mismo, “Dios aquí fue, que triste que sea así, frente a una completa desconocida, no es justo”; Así como también me recriminé por no haber dicho ciertas cosas a ciertas personas, o haber hecho todas esas cosas que quería hacer, no haber cumplido.

Justo en ese momento vi que el policía portaba una escopeta y me paso por la cabeza, que habría un chance si esa escopeta solo tenía perdigones, solo sería un dolor intenso y heridas quizás superficiales, veo a la muchacha y le digo, “dame la mano y no me sueltes” en algún intento desesperado por salir de ahí, a mi cabeza se le ocurrió que si aparentábamos ser una pareja el policía se apiadaría de nosotros. Nos paramos y caminamos hacia él, la pareja de atrás hizo lo mismo, el policía mientras venia se distrajo con unas personas que estaban en la entrada del edificio, pero luego se volteo y nos dijo con un tono amenazante: ”muévanse, arranquen”, mi temor en ese momento fue que nos disparara por la espalda. Pude cruzar la calle entre las motos de los manifestantes, que fueron derribadas en el suelo por la policía y finalmente pude irme a casa, algo que no pudieron hacer muchos de los que se quedaron encerrados en los edificios o se llevaron detenidos.

Luego me enteré que uno de los jóvenes que se encontraba en el área, perdió un ojo cuando dispararon una bomba lacrimógena con una escopeta.

Una vez ya en mi casa, me sentí a salvo, sin embargo, lo peor estaba por venir: Pude ver como frente a mi casa paso una caravana de treinta motos, liderados por unos diez hombres con uniforme táctico negro, armas largas y el resto eran Policías Nacionales con escopetas, no tardaron en comenzar las denuncias de avistamientos de grupos similares liderados por estos hombres con uniforme negro, realizando persecuciones, tiroteos y detenidos. Gracias a las redes sociales, se pudo observar vídeos de los colectivos y guardias nacionales haciendo desastres a lo largo de la ciudad. Una táctica para sembrar miedo en la población, zanjar y tratar de culminar con una semana de protestas que han mostrado la cara del descontento popular"

Por @AlexeyMartinez

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