Historia de fin de año

Me levanto el 31 de diciembre a las 8 am, por algún milagro de la vida consigo pasaje en avión para regresar de Margarita  a Caracas el primero de enero, sin contactos, sin pagar dinero extra y más económico que con una agencia de viajes porque lo compré directamente con la aerolínea. Me digo a mi misma: "hoy estoy de suerte, de mucha suerte". 

A las 10 am salgo rumbo a Maiquetía, me agarra una cola de dos horas completamente parada en la Carretera Panamericana porque estaban "limpiando" los restos del accidente del otro día. Le nombro la madre al ministro que decidió cerrar la vía un 31 de diciembre en la mañana sin previo aviso, también por la eterna mala costumbre de realizar trabajos durante el día y no durante la noche para que las vías no colapsen. Llego a Maiquetía restando 30 minutos para tomar el vuelo, le paso 5 bs. a un vigilante para que me ayude a conseguir puesto de estacionamiento, entro al aeropuerto y me chequeo sin problemas, logro tomar el vuelo que salió sin retrasos ni inconvenientes. Vuelvo a pensar que estoy de suerte.

Desembarco en el Aeropuerto Santiago Mariño a eso de las 3 pm, salgo y antes de tomar un taxi que me lleve directo a Playa El Agua, paso por una tienda a comprar chiclets. La señora de la tienda me dice amablemente:

- Ay mija, ¿tú me podrás comprar una tarjeta movistar de 15 en la tienda de al lado? es que yo no le hablo al carajo ese y mi hija viene volando.

- "Claro señora, con mucho gusto".

Voy a la tienda de al lado me recibe un señor cincuentón de expresión afable, quien me saluda con un amable: "buenas tardes bella dama", al mejor estilo de un caballero venezolano. El caballero me indica que no tiene tarjetas, sino recarga. Regreso a donde la señora y le explico, ésta me da el número de teléfono y me pregunta si le puedo hacer la recarga. Voy rápidamente, hago la recarga, regreso a la tienda, le devuelvo a la señora el papelito que me dio con el número de teléfono y le doy las buenas tardes. En eso la señora me abraza profusamente, me da un beso en el cachete y me dice:

- Que Diosito me le regale muchas bendiciones mija y que la Virgencita del Valle me la proteja pa' que tenga un año maravilloso y me le cumpla todo lo que desee pa' este año, muchachita linda. Es más 'perate, llévate estos bomboncitos de regalo por el favorcito que me hiciste.

La señora me entrega unos bombones de chocolates importados, nos despedimos alegremente, mientras yo le sonreía. Salgo a tomar el taxi y la isla, siempre maravillosa, me recibe con un sol radiante, una brisa fresca, su olor a mar y algunos pajaritos cantando alegremente. Se produce en mí esa sensación única de reconciliarte con tu país y recordar que dentro de lo malo, también existen lugares y cosas maravillosas, agradezco la calidez de nuestro gentilicio, le sonrío a la vida por atravesarme a esta encantadora señora morena oscura, de cabello muy risado. Ella no lo sabe pero me regaló algo más valioso que los bombones, me obsequió la esperanza en un país que podría ser mejor. Voy en el taxi feliz.

Finalmente, me siento tranquila, algo en el gesto de la señora me hizo pensar que este nuevo año será maravilloso.

Feliz 2012 y que la vida les otorgue lo mismo que esta bella margariteña, con su acento oriental característico, deseo para mí.